Siendo acompañados en la misión de Dios

Siendo acompañados en la misión de Dios

Después de estar en el campo misionero por casi una década, algo que constantemente el Señor me mostraba era su amor incondicional hacia mi. Al principio como obrero novato en el campo misionero, entendía muy poco de los cambios y retos por los cuales estaba pasando. Pero por la gracia de Dios y con la ayuda de mis compañeros pude permanecer y darme cuenta sobre la importancia de estar preparado para la Gran Misión de Dios. Fui comprendiendo que una de las formas en que Dios me mostraba su amor y cuidado durante ese periodo, era mediante las personas y las herramientas que me proporcionaban en la agencia de movilización.

Ahora como Director de Pioneros Internacional México (PIMEX), una agencia de movilización en México, una de las pasiones que tenemos es servir como un catalizador que impulsa el desarrollo de la movilización de la iglesia Latinoamérica. Una vez fuimos un campo de misiones, ahora hemos crecido y madurado; el reto que tenemos actualmente es responder a la voz del Maestro y obedecerlo en amor y poder. Como latinos, hemos sido bendecidos con talentos y dones que el Maestro quiere usar, quiere que los pongamos al servicio de los demás. Y no me refiero solamente en nuestro propio país o cultura. Aun más en los campos misioneros. En el establecimiento del reino de Jesús en otros países.

Es ahí donde PIMEX tiene la responsabilidad de parte de Dios de caminar junto con la iglesia. Acompañándola en su llamado de hacer discípulos en las etnias de la tierra. Soñamos y trabajamos para ver a la iglesia con un compromiso y responsabilidad de concientizar, animar, entrenar, enviar y cuidar a sus obreros en la misión transcultural.

Somos muy bendecidos por experimentar la fidelidad de Dios en todo esto. PIMEX tenemos tres años sirviendo, y vemos Su mano respaldando las metas que hemos planeado desde hace tiempo. Uno de nuestros ejes estratégicos que nos ha ayudado a lograr esto es tener una relación estrecha, clara y estratégica con la iglesia enviadora. Edificar esta colaboración es de vital importancia para el sostenimiento del obrero en el campo. Sus oraciones, sus palabras de ánimo y su sustento económico nutren la vitalidad espiritual y salud emocional del obrero; generando un hijo de Dios resiliente ante la guerra espiritual a la que se enfrentan.

Estamos muy agradecidos con el Señor por su iglesia, quienes han sido muy valientes y esforzados en obedecer al llamado. Como parte de esta iglesia, Global One80 ha sido una gran bendición y sustento para nosotros. Oramos para que más se agreguen y juntos podamos honrar al Señor en todo.