Enfrentando la crisis

Enfrentando la crisis

La pandemia empeora y nos preguntamos: ¿Dónde está Dios?

Si algo nos ha dado la cuarentena es tiempo, para cuidarnos, descansar y entretenernos en casa, pero también tiempo para pensar. Muchos hemos pensado lo mismo ante esta crisis: ¿dónde está Dios, y por qué permite tantas muertes? No es la primera vez que pensamos algo así como humanidad. Incluso nos preguntamos lo mismo ante problemas que nos afectan individualmente, como una enfermedad repentina o un divorcio traumático.

No es extraño que en estos momentos difíciles lleguemos a tener crisis de fe, pues es verdad que la presencia de Dios no se manifiesta de un día para otro acabando con el sufrimiento mañana si se lo pedimos hoy. Sin embargo, Dios está vivo y su presencia es real, sufre con nosotros cuando perdemos a un ser querido o cuando no sabemos qué pasará con nuestros trabajos, pero también nos da el aliento que necesitamos para afrontar cada desafío. Dios está dándole sabiduría a las mentes de los investigadores que buscan una vacuna, Él está en las manos cansadas de médicos y enfermeras, en los respiradores de los hospitales, en el trabajo arduo de quienes siguen activos para que no nos falte lo esencial, y sobre todo, Dios está allí escuchándonos y comprendiéndonos cuando le oramos con fe para superar esta situación.

La verdad es que nos creíamos invencibles, pero somos vulnerables. Nos creíamos capaces de controlarlo todo, pero la vida y la muerte se nos escapan de las manos, sin embargo, no estamos solos. Sin embargo, no estamos solos. Dios está con nosotros, y nos ayudará, haciendo el milagro en cada uno, para que juntos podamos enfrentar esta crisis. Dios es fiel y no nos abandonará ahora.