Enfoque
El pastor Jorge Luis Cala sirve en un Movimiento de Plantación de Iglesias Caseras en toda la isla de Cuba, plantando iglesias locales con liderazgo local que a la vez se reproducen en discípulos que también plantan otras iglesias. En estos momentos su organización cuenta con más de 100 iglesias en casas a lo largo de la Cuba: La Isla, Pinar de Río, Habana, y cada provincia hasta Camagüey.
Jorge Cala y su organización ofrecen entrenamientos basados en principios bíblicos y herramientas prácticas y sencillas de reproducir que ayudan en el proceso de plantación, evangelización y discipulado.
Su ministerio trabaja en los lugares más apartados y grupos más pequeños y aislados a lo largo de la isla. Son fundamentalmente personas que no cuentan con una iglesia o templo en su localidad y se reúnen en grupos pequeños en los lugares que puedan, mayormente en las casas.
Jornada
Jorge nació el 18 de octubre de 1961 en La Habana, Cuba. Su abuela se hizo cargo de él al año de nacido y lo crió hasta la mayoría de edad. Su vida no estaba muy organizada y no practicó ninguna religión.
Muchas veces trató de salir de su vida desordenada, pero el pecado le controlaba y estaba destruyendo su vida. Pero el Señor tenía planes con él.
En un momento de quebranto se dio cuenta que sólo no era posible salir de aquella vida de excesos y rindió su vida al único que perdonaría sus pecados y sacaría su vida del pozo en el cual se encontraba.
El Señor desde antes de su bautismo le permitió en un barrio de la Habana predicar el evangelio y comenzar grupos en las casas, llegando antes de su bautismo a 10 células.
Después de un año de bautizado había más de 20 hogares de paz en Luyano, un barrio del municipio 10 de octubre, La Habana
Desde su primer día de convertido estaba convencido de que le llamaba él Señor. Su nueva vida está dedicada a compartir el evangelio, hacer discípulos que hacen discípulos y plantar iglesias caseras saludables.
Específicamente, Dios le llamó a trabajar en las casas, con las familias, en lugares apartados o en segmentos vulnerables, rechazados por la sociedad y en ocasiones por los propios cristianos.
