Alcanzando a los perdidos

Alcanzando a los perdidos

Compartir a Cristo con otros es la experiencia más emocionante y gratificante que una persona puede tener. Puedes marcar la diferencia presentando a tus familiares, amigos y compañeros a Jesucristo. La gente desea y requiere un conocimiento personal de Dios, y por ello existen numerosas posibilidades de compartir las buenas noticias allá donde vayas.

El evangelismo es una misión que comenzó con el ministerio terrenal del Señor Jesucristo. Fue el impulso de todo lo relacionado con el Cristo o Mesías, y fue una obra que a Jesús le encargó Dios, su padre.

Sus discípulos fueron llamados a compartir el evangelio desde Jerusalén hasta los confines del mundo. Hoy, la iglesia es llamada y enviada por Él para terminar la tarea.

Como creyentes en Cristo, poseemos el conocimiento que nos coloca en una posición de responsabilidad hacia todo ser humano que no lo conoce. Tener un Salvador que es el único capaz de liberarnos de la culpa y el poder del pecado implica una pesada carga. Aunque recibimos el conocimiento del Evangelio de los demás, no lo reclamamos exclusivamente para nuestro uso. Cristo experimentó la muerte por cada hombre, y anhela que todas las personas escuchen la alegre noticia de su redención. Dado que Dios considera a todas las naciones y grupos étnicos como iguales, todos tienen el mismo acceso al evangelio. Los cristianos de la era moderna son sólo administradores del evangelio, no propietarios únicos.

Global One80 tiene ahora misioneros en 16 países que están compartiendo las buenas noticias de salvación. Misioneros, como Eliseo Macedo que como joven líder ha estado compartiendo a Cristo en Cusco, Perú.  Él está comprometido no sólo a compartir el evangelio con ellos, sino también a servir a los más vulnerables, como los ancianos y los niños. Un ministerio que está desarrollando empoderando a jóvenes líderes que gana para Cristo, los entrena y los libera para servir a la gente.

Global One80 te anima encarecidamente a que ayudes y apoyes la actividad misionera en tu propia comunidad y en todo el mundo. Además, apoye la labor misionera, ya que son "los pies de los que no pueden viajar". Muchos de ellos se encuentran en circunstancias difíciles debido al lugar donde Dios les ha llamado a ministrar. Su generosidad hace una diferencia significativa en la Gran Comisión y en las vidas de estas personas.

No hay mejor momento para unirse a la misión de alcanzar a aquellos que aún no han encontrado a Cristo que ahora. Comencemos. Let’s get started.