Mostremos la luz de Dios en esta navidad

Mostremos la luz de Dios en esta navidad

Aquel que nos ha llamado nos preparará para Su obra. El servicio al Señor debe ser movido por el amor al Él y al prójimo, así como nuestro interés de ser parte de la extensión de Su reino. Sin embargo, muchas veces podemos sentir que nuestro llamado permanece inactivo por nuestra propia incertidumbre sobre dónde y cómo servir.

Esa inacción solo está justificada por nuestra manera de buscar la dirección de Dios. Él nos ha dado dones, talentos, capacidades y habilidades solo para Su gloria y Él puede usar cada una de nuestras características para la extensión de Su reino “Porque todas las cosas proceden de él, y existen por él y para él. ¡A él sea la gloria por siempre! Amén”. Ro 11:36. Pero, ¿qué pasa si nos sentimos incapaces? La palabra entonces nos recuerda “No es que nos consideremos competentes en nosotros mismos. Nuestra capacidad viene de Dios”. 2 Co. 3:5.

Estamos a un paso de fe de caminar sujetos a su voluntad y soberanía y ese paso de fe que nos falta muchas veces dar se llama oración. ¿Cómo conoceremos a Dios si no le buscamos? “Conozcamos al Señor; esforcémonos por conocerlo. Tan cierto como que sale el sol, Él habrá de manifestarse; vendrá a nosotros como la lluvia de invierno, como la lluvia de primavera que riega la tierra”. Os. 6:3.

Como hijos adoptivos, no somos ajenos a las necesidades que nuestra sociedad tiene de conocer el evangelio de la verdad y nunca es poco lo que podemos hacer para ayudar. Desde orar activamente, apoyar económicamente, hasta ser mucho más intencionales en mostrar mi amor al prójimo a través de acciones concretas, cada uno desde el lugar donde nuestro Señor nos ha puesto para ser luz en nuestra comunidad. “Porque ustedes antes eran oscuridad y ahora son luz en el Señor. Vivan como hijos de luz”. Ef. 5:8.

Aunque no tengamos todas las condiciones dadas para realizar viajes misioneros a todo rincón de la tierra, si tenemos en nuestras manos la oportunidad de iluminar nuestro rincón desde donde estemos para los demás. Siempre habrá algo que podamos hacer para llevar la luz del Evangelio a los demás.

Somos parte activa del pueblo de Dios y obreros de Su reino, siervos para Su gloria. Llevemos luz a todos los corazones que tenemos cerca que aún viven en oscuridad, cada uno desde nuestra trinchera. Tomemos este tiempo de navidad para ser intencionales en servir a los demás. “Al contrario, hablamos como hombres a quienes Dios aprobó y les confió el Evangelio: no tratamos de agradar a la gente, sino a Dios que examina nuestro corazón”. 1 Ts. 2:4.