El reino de Dagbon, en el norte, y el de Bonoman, en el sur, fueron los primeros reinos que se establecieron en Ghana; el primero duró hasta el siglo XI. Con el paso del tiempo, surgieron los reinos akan del sur, incluido el Imperio Ashanti. Antes de que los británicos se hicieran finalmente con el control de la costa en el siglo XIX, el Imperio portugués y otras naciones europeas empezaron a disputarse los derechos comerciales de la región en el siglo XV.
Las fronteras actuales del país, que incluyen cuatro territorios coloniales británicos distintos la Costa de Oro, Ashanti, los Territorios del Norte y Togolandia Británica-, se formaron tras más de un siglo de resistencia colonial. Dentro de la Commonwealth de Naciones, se combinaron en un único dominio autónomo. Ghana se convirtió en la primera colonia del África subsahariana en alcanzar la soberanía, o independencia, el 6 de marzo de 1957. Ganó impulso en el movimiento panafricano y en las iniciativas de descolonización bajo la presidencia de Kwame Nkrumah.
Aunque los akan son el grupo étnico más numeroso de Ghana, hay muchos grupos lingüísticos y religiosos diferentes que componen la población multiétnica del país. El presidente de Ghana, una democracia constitucional unitaria, ejerce tanto de jefe de Estado como de jefe de gobierno. Ghana ocupó el quinto lugar en el Índice de Estados Frágiles de 2012 y el séptimo en el Índice Ibrahim de Gobernanza Africana de 2012 por su estabilidad política en África.
Como tiene una de las administraciones más estables y libres del continente desde 1993 y sus resultados son bastante buenos en los ámbitos de la sanidad, el crecimiento económico y el desarrollo humano, tiene un gran impacto tanto en África Occidental como en África en general. Al ser miembro fundador de la Unión Africana y del Movimiento de Países No Alineados, así como miembro del Grupo de los 24 y de la Commonwealth de Naciones, Ghana tiene un alto nivel de integración en los asuntos internacionales.